¡No olvidan! Afición del Australian Open recuerda a Alexander Zverev sus acusaciones por violencia de género

La afición que se hizo presente en la final del Australian Open no se olvidaron de las acusaciones del alemán Alexander Zverev

No olvidan en Australia las acusaciones contra Alexander Zverev

La tercera no fue la vencida para Alexander Zverev. El tenista alemán llegó con amplias posibilidades de conseguir su primer Grand Slam en Australia, sin embargo, Jannik Sinner demostró que sigue intratable y en sets corridos 6-3,7-6 y 6-3, acabó con las ilusiones del número cuatro del mundo.

La decepción de Sascha fue grande, pues rompió en llanto durante la premiación e incluso aseguró que “no quería ser el mejor de la historia sin ganar un Grand Slam” y hasta recalcó que “tal vez no tiene el nivel”, pero el peor momento llegó cuando una aficionada le recordó sus acusaciones por violencia de género.

Previo a que diera su discurso, una mujer enamorada de la Rod Laver Arena comenzó a gritar al alemán: “¡Australia cree a Olya y Brenda!”, se escuchó, por lo que el tenista se quedó callado hasta que la afición comenzó a aplaudirle.

Al respecto, Zverev respondió en conferencia de prensa de una manera muy mesurada.

“No hay más a acusaciones desde hace 9 meses. Bien por ella, creo que es la única persona en el estadio que lo creyó en el momento”, dijo.

¿Qué acusaciones por violencia recibió Alexander Zverev?
Durante su carrera Alexander Zverev recibió acusaciones de violencia por parte de Olya Sharypova y Brenda Patea, ambas parejas sentimentales del tenista.

En octubre del 2020 Sharypova, quien también era tenista, reveló en redes sociales que Zverev la golpeó en la cara y con un cojín la asfixió por varios segundos, y aunque nunca presentó una denuncia oficial ante las autoridades, habló al respecto en diversas entrevistas.

“Tuvimos otra pelea, y en esa pelea me dio un puñetazo en la cara por primera vez. En otras peleas me empujaba, me empujaba, me torcía los brazos, me ahogaba. Pero esta fue la primera vez que me golpeó, realmente me golpeó. Cuando salió de la habitación, yo. Es muy difícil hablar de esto, porque realmente fue un infierno. Encontré insulina y me la tomé. Sabía que si eres una persona sana y te inyectas insulina, puedes morir. Me lo inyecté y no me asusté; Solo quería irme de alguna manera, porque no puedo soportarlo más. Volvió a la habitación, yo estaba en el baño con la puerta cerrada. Solo estaba esperando que sucediera. Entendió lo que hice y comenzó a rogarme que abriera la puerta”, contó Olyvia.

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