Un peligro la zona comercial

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[quote]Acusan a policía de exigir “su refresco” sobre la calle Francisco I. Madero.[/quote]

CIUDAD FRONTERA, COAH.- Ciudadanos inconformes por las condiciones en que se halla la zona comercial de este municipio, hicieron llegar a este diario su queja, manifestando los peligros que acechan no sólo al caminar por las banquetas, sino hasta para los automovilistas que circulan por dichas calles.

Uno de los puntos riesgosos, se halla en la calle Juárez con Francisco I. Madero, donde por años estuvo la Carnicería Medrano, lugar del que se han adueñado varios comerciantes, quienes han hecho de la banqueta una extensión de sus negocios, y la utilizan como si fuera de su propiedad, obligando a quienes se dirigen al IMSS, al sindicato ferrocarrilero, y sobre todo a los alumnos que van a las escuelas del área, a que bajen de la banqueta y caminen sobre el carril de circulación vehicular, exponiéndose a ser arrollados.

Por otra parte, los automovilistas se ven en serias dificultades al momento de realizar sus compras en los negocios de la calle Francisco I. Madero, pues desde la Farmacia Benavides hasta prácticamente Merco, no hay estacionamiento, en su mayor parte, porque los dueños de negocios, llámese establecidos o ambulantes, acaparan las calles con sus vehículos y al momento en que el ciudadano requiere hacer una compra, en muchos casos la única manera de realizarla es estacionándose en doble fila y directo a lo que va, situación que no deja de ser una violación al reglamento de Tránsito.

Este problema se agudiza en dicha calle sobre el área donde está Central de Dulces y María García, entre otros locales, sitio donde hay que lidiar también, con los elementos de Seguridad Pública, quienes merodean el área para sacar “pa´ sus cocas”.

Esto fue denunciado por los mismos ciudadanos inconformes, quienes en especial señalaron a un oficial conocido como “El Panadero”, no sólo de pedir para el refresco, sino de portarse altanero y agresivo con los automovilistas que no acceden a su petición, a quienes de inmediato amenaza con infraccionarlos, cuando el problema de fondo es originado, por las mismas autoridades correspondientes y comerciantes que no han buscado una solución para el bien de la ciudadanía.

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